Si a nadie le importa saber que me nombras,/
si de todo te olvidas, cabeza de novia...
EVARISTO CARRIEGO
Sobre el piano, el
cuaderno de tapas azules que te olvidaste. No quiero ceder a la tentación de
revisarlo. No sea cosa que mi nombre esté escrito en sus páginas, como en los
versos de Carriego y a mí sí que me importaría saber si me nombras.
Por momentos me siento compelido a abalanzarme sobre el
cuaderno, como si fuera un enemigo peligroso, pero me detiene el tranquilo
sueño de Set, el gato persa blanco que duerme sobre sus hojas y, ya se sabe, no
es bueno despertar a los gatos, es de mal augurio.
Las tapas azules
ejercen un extraño poder sobre mí. Tanto, que sé que no me iré de la habitación
sin saber el contenido de las hojas, quizá para saber si debo perder las
esperanzas para siempre o para que sea el día más feliz de mi vida.
Tantos años esperé
un momento así que hasta me parecía imposible que alguna vez iría a llegar.
Desde aquella vez en que estaban en quinto grado y te eligieron la reina del
curso el Día de los Estudiantes, título que revalidaste siete años más tarde
representando a nuestro colegio en la estudiantina.
Intenté varias
veces saber estirando la lengua a tus amigas pero nunca tuviste amigas, es
decir, nunca has hablado de tus cosas con nadie y es por ello ni con el más
hábil interrogatorio (arte que aprendí en la escuela de periodismo) pude
sacarles algo.
Nunca en mi vida
he sido directo, siempre he utilizado los circunloquios, vicios de mi
profesión, para decir o saber algo. La gente dice toda la verdad cuando no se
le inquiere de manera directa sino a través de preguntas transversales y
tangenciales que apenas sí rozan el tema sobre el cual se quiere saber.
Así obtuve mis más
grandes reportajes, como aquél en el que le hice reconocer a un general la
veracidad de una fuga de información con destino a Itamaratí O cuando la diva de la TV confesó
que su secretaria era su amante desde hacía varios años.
Pero con vos no
funcionó nunca.
Pero por una
simple razón.
Nunca lo intenté.
Por temor a que la
repuesta fuera negativa.
Miedo al rechazo.
Justamente yo con miedo. A quien elogian por la valentía de las notas
denunciando el narcotráfico y la corrupción en las más altas esferas
gubernamentales y empresariales.
Sí ...miedo.
Siempre preferí
vivir con la secreta ilusión de que me nombres en silencio a afrontar la
posibilidad de saber para siempre que no debo guardar esperanzas.
Por eso mi
silencio cuando estábamos solos.
Por eso el alarde
de mi erudición inútil, útil solamente para huir
Solamente con vos
me ocurre.
Set se está
moviendo.
Mis manos no dejan
de temblar y un sudor frío me recorre la columna y las mejillas se me
encienden...García Marquéz dijo que el amor tiene los mismos síntomas del
cólera.
Set estira primero una pata delantera, luego la
otra y comienza a acicalar sus uñas. Bosteza, me mira con esa mirada que tienen
los gatos y pareciera que me guiñara un ojo.
Salta luego a mi
regazo y vuelve a dormirse.
El cuaderno de
tapas azules sigue sobre el piano, ya libre del peso del animal pero, ya
sabemos, no es bueno despertar a los gatos.
Roque
Orlando Miranda y Ortiz
03-12-03
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