Hoy desperté temprano, tenía cosas que hacer... me bañé con agua bien caliente, mucho jabón blanco por esa molesta alergia, cuidé no caer en la bañera; salí con la toalla, puse agua en la pava para que se calentara mientras me vestía en la habitación... preparé el desayuno, me senté a leer mientras tomaba mi te con miel, y esa cosa seguía dando vueltas en mi cabeza.
Había soñado con la entrada de mi casa, una campera entreabierta, dos bolsos, mi papá abriendo la puerta y recibiéndome con un abrazo... mamá sorprendida; con esas inmensas ganas de desaparecer de repente y estar ahí, donde siempre estuve... porque no estoy donde estoy, estoy con cuerpo pero no en alma... será que se puede estar así ?
Las pequeñas cosas que hacen a la realidad son aquellas que no comprendo, que no donde se esconden, porque para explicar la incertidumbre sólo tengo dos argumentos: un abrazo pedido, y un sueño equivocado.
Me desencontré en mi propio cuerpo. Miré alrededor y me pregunté si era yo o solamente un cuento que estaba escribiendo desde algún lugar real, si las paredes eran sólidas o simples construcciones de mi deseo, al igual que lo que como, de lo que piso y lo que visto... los temas de los que hablo se evaporan, son volátiles, efímeros-..
Tengo miedo de no saber si soy yo o soy esa persona que supe detestar tanto tiempo, esa persona que sólo hace lo que sabe que el mundo espera que haga...
No espero a ese "alguien" que me quite el sueño, ni que me haga palpitar el corazón aceleradamente por un nervio sin sentido... Quiero saberme...
Contarme quien soy, que quiero... allá?
Sí, allá -.
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