Ni en tus manos, ni en tus ojos
Ese brillo que refleja la luz del alma
Ese calor que se expande en el aire,
tus caricias que me consuelan,
eres mi calma, mi satisfacción,
y tu corazón, desintegrado, sin afecto,
y grito a los cuatro viento que te extraño,
mientras yo por dentro digo te quiero,
y sin que nadie se entere,
me muero lento por no poder verte,
y solo el motivo que te conozca
y me haya quedado perdida en tu mirada
sin tregua la soledad azota.
Que pudo decir de esas manos
no hay palabra, ni verbo para describirlas
son tan dulces y especiales que no hay igual,
y el repetir tu nombre me da aliento,
me da vida, y me quita la amargura al anochecer
y te deseo igual que a ser feliz, a vivir,
a volver soñar contigo, tu sonrisa, tu adiós...
Daniela Bilche ... algún día hace varios años, no recuerdo bien, habrá sido en 2.005 quizás... Sólo fue interesante compartirlo... Será que su nombre habrá resonado tantas veces en mi cabeza que se inmoralizó en un casi poema que de hecho es muy infantil...
1 comentario:
hey nada de infantil... sino mas bien... con mucha inteligencia y razonamiento... con mas que sentimiento y vivencia... pasion y locura... hermosa amiga... mi comentario por aca... somos extraños los dos... el silencio aveces raramente se convierte en una armonia para los dos... almenos lo siento asi... vos sabes que te quiero... hermoso lo que escribis... me dan ganas de arrebatartelo y7 ponerlo en mi mtero o en mi facebook... un beso hermosa... tu... nose que... DARIUS... ya sabes quien soy...
Publicar un comentario